Rechazar la vía silenciosa
Rechazamos categóricamente su oferta de “discutir”. El silencio que siguió fue profundo, casi ensordecedor. Poco después, empezaron a llegar informes de otros pacientes: las enfermeras Sandra y Anne habían sido puestas de baja administrativa inesperadamente. No se dio ninguna explicación; desaparecieron del lugar sin previo aviso. Estaba claro que nuestras acciones estaban teniendo un impacto, aunque seguíamos inmersos en una atmósfera de incertidumbre.

Rechazar la vía silenciosa
El interrogatorio formal de Joyce
Volvieron a llamar a Joyce al hospital para interrogarla, pero esta vez todo quedó registrado formalmente. “¿Por qué iba a negar ayuda mientras gritaba de dolor?”, preguntó, con una voz que mezclaba frustración e incredulidad. No se sentía intimidada. Exigía que la escucharan, quería que comprendieran su dolor. Sus palabras resonaron en la sala, mientras los entrevistadores intercambiaban miradas vacías, sin ofrecer ninguna respuesta clara.

El interrogatorio formal de Joyce