Un silencio incómodo
La sala se quedó en silencio cuando los interrogadores fueron incapaces de responder a la pregunta directa de Joyce. Tras unos segundos incómodos, uno de ellos olfateó y preguntó vacilante: “¿Conoces personalmente a Sandra o a Anne?” Aquella línea de interrogatorio parecía inesperada, casi como una distracción estratégica, y me pregunté qué esperaban averiguar exactamente. El ambiente se volvió tenso, con miradas inquietas a mi alrededor mientras todos esperaban ansiosos la respuesta de Joyce.

Un silencio incómodo
Una conexión sorprendente
Joyce dudó antes de declarar: “Conocía a Sandra: fuimos juntas al instituto” Su confesión transformó instantáneamente el ambiente. Los entrevistadores intercambiaron miradas y la tensión en el aire se hizo casi palpable. Uno de los hombres puso fin al interrogatorio bruscamente, dejando que un pesado silencio llenara la sala. Estaba claro que habíamos tocado un nervio. No pude evitar especular sobre el significado de esta conexión y el impacto que podría tener sobre nosotros.

Una conexión sorprendente