Un antiguo rencor
El rencor de Sandra se había estado cociendo a fuego lento durante más de dos décadas, moldeando implacablemente cada una de sus acciones. Incluso Ana, su cuñada y aliada desde hacía mucho tiempo, estaba de su parte. Anne permanecía en la sombra, discreta pero claramente partícipe del plan de Sandra. Cuanto más averiguaba, más cómplice se convertía Anne, unida a Sandra como si fueran inseparables. Juntas formaban una fuerza implacable, una auténtica tormenta, que decidió caer sobre Joyce en el momento en que era más vulnerable.

Un rencor de larga data
El doloroso plan
Joyce me miró fijamente, con los ojos llenos de una mezcla de dolor y resignación. “No se limitaron a ignorarme: planearon juntas este dolor”, dijo, en tono bajo pero firme. “Sandra quería que sufriera, igual que ella se sintió humillada años atrás” Un profundo suspiro escapó de sus labios. Oír aquellas palabras en voz alta conectó todas las piezas que antes parecían dispersas y confusas, como un rompecabezas por fin resuelto.

El doloroso plan